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Buscando una pedagogía del pensamiento divergente

De: Ovidio Cardona Botero(carampaima@gmail.com)


Si nos sentamos a mirar a los millones de personas que tienen educación superior o técnica con diferentes especialidades vemos que su potencial real para cambiar el mundo por uno mejor es muy bajo. Es increíble que haya médicos, abogados, ingenieros, diseñadores industriales, sicólogos, etc. Sin trabajo. Hubiese bastado que en su formación le hubiesen inculcado algunos cursos de emprenderismo y que cada cosa que aprendió tuviese una pregunta adicional siempre presente: ¿puedo hacerlo distinto?


La evaluación debe cambiarse no por tener como paradigma si el alumno reproduce fielmente lo que se le enseñó sino que la nota de excelencia sea para aquel a quien se le ocurra algo distinto con lo que se le enseñó. A quien nada se le ocurra debiera reprobar.


El pensamiento divergente siempre va a tener como enemigos a la academia y al establecimiento porque ese tipo de pensamiento socava la tranquilidad de los que disfrutan de las verdades indiscutidas y bendecidas.


En la historia hubo seres humanos que no temieron poner patas arriba a todo que era aceptado. Rousseau, Einstein, Riemman, Lowatchensky, Tesla, etc. Ellos, como Copérnico tuvieron que sufrir en silencio la burla, la persecución y el ostracismo por causa de sus ideas. Algunos tenían ideas absurdas con respecto a las cosas y expresaban sus ideas de tal manera que como diría un escolástico famoso: “repudian a la razón “. La historia les dio la razón, demostrando de paso que nuestro sistema de razonar es sesgado, incompleto y absurdo aunque cuente con la bendición “de la santa madre iglesia”.


Cuando tenía 17 años me propuse demostrar la fórmula famosa de Albert Einstein sobre masa y la energía pero utilizando sólo algebra menuda. Mi profesor de física me dijo que eso necesitaba de cálculo diferencial e integral y, en esa época yo de eso nada sabía. En tres semanas el trabajo estaba hecho solo porque me atreví a tener un pensamiento divergente.


Acabo de recibir un correo de un pariente en donde me cuenta que dos sobrinos de él y un cuñado tienen dos vehículos de gasolina funcionando con hidrógeno y gasolina y han disminuido el consumo de gasolina al 40%. La transformación no les costó ni 30 dólares por vehículo. Lo bueno es que ninguno es químico porque si fueran químicos hubiesen dicho que no se podía.


Hay pensamientos divergentes pasmosamente fantásticos como el matemático que dijo que a todo sólido pueden hacérsele ciertos cortes, rearmarlo y queda lo mismo pero más pequeño. Hizo una demostración matemática de que esos cortes se pueden hacer cuantas veces se quiera. Nadie volvió a saber de él.


En 1980 conversando con un economista agrario me refirió que un amigo había logrado crear seres mixtos, es decir, con células vegetales y animales funcionando, lo que para la ciencia es imposible. Creó organismos vegetales que se desplazaban y eran carnívoros y debido al terror que sufrió nunca más volvió a hablar de ello.


Unos jovencitos en una feria escolar de la ciencia crear en los Estados Unidos una bomba nuclear utilizando elementos comunes. En otra feria de la ciencia vi como un jovencito se robó los imanes de la puerta de la nevera de su casa y creó un tren de movimiento continuo lo que viola en ciclo de Carnot.


Los Toltecas cultivaban este tipo de pensamiento y lograron proezas que nosotros no alcanzamos a imaginar. Es necesario que aparezca la tolerancia hacia el pensamiento divergente para que florezcan otras escuelas de pensamiento.



http://www.colombiaparatodos.net/noticia-colombia-buscando_una_pedagogia_del_pensamiento_divergente-id-9004.htm

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