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El Pensamiento Divergente

Lateral Thinking o pensamiento divergente, es un término acuñado por el psicólogo, fisiólogo y escritor maltés Edward de Bono para el pensamiento creativo. Su primera aparición fue en su libro The Use of Lateral Thinking, publicado en 1967. El pensamiento divergente es un pensamiento que satisface los criterios de originalidad, inventiva y flexibilidad.
La creatividad depende de dos factores: la fluidez ideatoria y el pensamiento divergente. El pensamiento divergente es el pensamiento que busca soluciones o alternativas entre un sinfín de posibilidades. Es la forma de crear que se produce cuando el problema no está estructurado y existen muchas soluciones posibles, como en el “brainstorm” o en la primera fase de las estrategias de Walt Disney de la Programación Neuro Lingüística. Es buscar una solución para mejorar la venta de mi empresa, por ejemplo. El test de usos de objetos se utiliza para evaluar el pensamiento divergente. Se le muestra a un sujeto una lapicera y se le piden que enumere posibles usos que podría tener la misma. Una lapicera puede servir para escribir, para hacer hoyos y plantar garbanzos, como un arma, como batuta, como puntero, como regla, como artilugio para rascarse, como una nave espacial para los niños etc. Por ejemplo, los individuos con lesiones prefrontales se limitan a enumerar algún uso relativo a la escritura.


Tomado del Capítulo acerca del Pensamiento
de la Obra Psicosemiología y Examen Psiquiátrico
de Arcailaz (publicada con su nombre verdadero)




http://rapidshare.com/files/262979259/El_pensamiento_Divergente_Edward_De_Bono.pdf


Aquí unos artículos sobre el Pensamiento Divergente o Lateral y un pequeño Resumen del libro El Pensamiento Lateral

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Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso, desde el primer momento, se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto... la horca !!!
El Juez, también complotado, cuidó, no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida".
Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.
Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y, cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon airadamente:
Pero, "¿Qué hizo? ¿Y ahora? ¿Cómo vamos a saber el veredicto?"
Es muy sencillo -respondió el hombre - Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué. Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.



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